Reconstrucción post-quemadura
Reconstrucción posterior a una quemadura
La reconstrucción posterior a una quemadura posee dos procesos importantes: la escisión (ablación) del sitio de la lesión, y la recuperación temprana de la zona. El objetivo será evitar las contracturas secundarias a cicatrización anormal de la región afectada, así como el mantenimiento de la funcionalidad y la anatomía normal.
El tratamiento de una cicatriz producida por una quemadura se centrará en la rehabilitación de la cicatriz. Esto quiere decir que los esfuerzos se centrarán en evitar que esta desarrolle tensión, la cual se manifiesta con síntomas como picazón (prurito), crecimiento anormal del tejido (hipertrofia), enrojecimiento (eritema) y dolor.
Cuando ya se ha producido una contractura, la liberación de la misma puede lograrse con escisión (eliminación del tejido). El éxito de la reconstrucción de una quemadura depende del tiempo escogido para realizar la intervención, así como de la escogencia de una técnica adecuada.
Deberá tenerse claro que la reconstrucción de una quemadura es un proceso que implica tiempo y paciencia. Es indispensable entonces contar con un adecuado plan individualizado con tal objetivo.